CRGR | El Salvador | 17 de octubre 2018.
La ocurrencia de dos sistemas de baja presión registrados desde el pasado 5 de octubre del presente año, ha generado condiciones de lluvias intensas e inundaciones repentinas a nivel nacional, siendo los departamentos más afectados Ahuachapán, Sonsonate, La Libertad, La Paz, San Miguel, Morazán y La Unión.
De acuerdo a información del Sistema Nacional de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres de El Salvador, se han reportado a la fecha de esta nota, impactos importantes de al menos 15 personas lesionadas, más de 760 personas albergadas, 1541 viviendas anegadas y ocho viviendas destruidas por completo.
La crisis ocurrida ha generado condiciones de vulnerabilidad en relación al acceso a alimentos básicos, pues parte de las actividades económicas principales como la agricultura y la acuicultura, han sido afectadas por la situación de las intensas lluvias y el riesgo, repercutiendo en el acceso a fuentes alimenticias propias de los territorios priorizados.
Asimismo, debido a la situación de emergencia, se ha incrementado las condiciones de riesgo de grupos poblacionales específicos como las mujeres y niñas, quienes, al encontrarse en albergues, tienden a ser más vulnerables ante hechos de violencia de género, por lo que se vuelve necesario implementar medidas de prevención, sensibilización y e información sobre mecanismos de denuncia ante las instancias correspondientes ante un caso de este tipo.
Por otro lado, otro de los impactos ha sido el riesgo de contraer enfermedades ocasionadas por vectores, tales como la proliferación de dengue, zika o chikungunya, pues por la afluencia de lluvias constantes se han generado escombros y residuos sólidos donde se alojan dichos vectores.
Ante este escenario, la Concertación Regional para la Gestión de Riesgos a través de la Mesa Permanente para la Gestión de Riesgos en El Salvador y Provida como representante legal ante Start Network ejecutarán proyecto de emergencia para atender a las familias afectadas.
Este proyecto consiste en atención de emergencia dirigida a 1,057 familias habitantes de comunidades de los departamentos de La Unión, Sonsonate, La Paz, Usulután y San Miguel, territorios que han sido altamente afectados por la ocurrencia de intensas y constantes lluvias ocasionadas por dos sistemas de baja presión en el período del 5 al 12 de octubre aproximadamente.
Para su implementación se ha conformado un consorcio con las organizaciones siguientes: PRO-VIDA, FUNSALPRODESE, APRODENHI y FUMA, como parte de la Mesa Permanente de Gestión de Riesgos de El Salvador, a fin de atender de manera efectiva y eficiente a las familias afectadas en los territorios mencionados anteriormente, a partir de un proceso de diagnóstico inmediato ante la situación de emergencia, para determinar los territorios y cantidad de familias a ser atendidas.
La intervención consta de la ejecución de acciones enmarcadas en tres grandes componentes establecidos por Start Network: Agua, Saneamiento y Salud; Protección basada en género y Seguridad Alimentaria y Medios de Vida.
En el caso del primero, se implementarán 16 jornadas de limpieza de escombros y criaderos de zancudos y manejo de escretas, a fin de prevenir la ocurrencia y proliferación de enfermedades de origen vectorial.
En cuanto al componente de protección basada en género, se realizará la entrega de kits para cubrir necesidades prácticas de las mujeres y el desarrollo de jornadas sensibilización e información para la prevención y denuncia de hechos de violencia basada en género ante las instancias correspondientes, teniendo en cuenta que las mujeres constituyen un grupo poblacional aún más vulnerable en situaciones de riesgo, no solamente en los albergues donde algunas deben acudir, sino también en sus propias comunidades.
En relación al componente de seguridad alimentaria, la intervención de emergencia conlleva la entrega de paquetes básicos de alimentos no perecederos a las familias afectadas, pues debido a la situación de emergencia, su acceso a fuentes alimenticias ha sido limitado por las inundaciones y el daño de los medios de vida.
Todas las actividades serán desarrolladas bajo mecanismos de coordinación técnica y de trabajo conjunto, con personal especializado en atención ante emergencias, agua y saneamiento, género y seguridad alimentaria, así como una importante experiencia en la ejecución de este tipo de intervenciones en emergencias anteriores.
Además, es importante destacar que las organizaciones ejecutoras en los territorios mantienen un constante contacto y articulación con líderes y lideresas comunitarias y con las instituciones locales pertinentes.