Rubén Quintanilla | Propietario ante la Asamblea de la CRGR por parte de la Mesa Permanente para la Gestión del Riesgo El Salvador.
La Concertación Regional para la Gestión de Riesgo (CRGR) en ocasión del desarrollo de su XXXIII Asamblea Regional de Representantes, viernes 15 de enero de 2021 ofrece sus consideraciones con relación a los asuntos siguientes:
La crisis global del clima continúa profundizándose, aunque ahora menos visible ante la evolución de otros escenarios críticos de riesgo. En áreas geográficas como Centroamèrica que se caracteriza por ser multiamenazas y con elevados niveles de vulnerabilidad, cada año vive diferentes eventos adversos que ocasionan pérdidas y daños severos. Estos derivan en un retroceso severo en la calidad de vida para millones de seres humanos.
La crisis mundial sanitaria derivada de la pandemia del COVID 19 ha impactado fuerte en la población de nuestra región. Algunas medidas adoptadas como el confinamiento no han frenado el incremento de los niveles de contagio. Las denominadas enfermedades estacionales han continuado afectando la vida de miles de personas. Ha quedado en evidencia la condición precaria de los sistemas de salud.
Está presente en la región la amenaza de que miles de personas más sean parte de una lista extensa de personas que no acceden a una alimentación suficiente y segura. El incremento de la inequidad tributa negativamente y agrava la situación. El Sistema de Naciones Unidas y sus instancias especializadas han alertado sobre niveles sin precedente de hambre y hambruna para amplios sectores de la población.
Las condiciones que constituyen una derivación de estos escenarios propician mayores niveles de violencia de género. Esta realidad es un caso verdadero de salud pública, ahora alcanzando las características de una epidemia. Se debe tener presente que medidas como el confinamiento oculta la epidemia.
Sobre la base de lo anterior -que no es lo único- la CRGR expresa:
Las muestras de solidaridad para las familias que han resultado afectadas ante la evolución de estos eventos de desastres con efectos adversos en la región.
La reafirmación de que continuaremos trabajando con el enfoque gestión de riesgo a favor de las comunidades más expuestas, particularmente con las que están en la primera línea de la exposición.
El reconocimiento para las diferentes expresiones de organización en los ámbitos (local/comunitario, municipal, nacional, y regional) que gradualmente ejercen ciudadanía ante el desarrollo de eventos que derivan en desastres.
El compromiso de seguir mejorando diario para una gestión con calidad y transparencia bajo los principios humanitarios en los diferentes ámbitos de la región.
Centroamérica, 15 de enero de 2021