La Concertación Regional para la Gestión de Riesgo (CRGR) durante los últimos días ha seguido con atención un organismo tropical que ahora se ubica en el mar Caribe. En la mañana de este martes 01 de septiembre de 2020 el fenómeno por la organización y la velocidad de los vientos de rotación alcanzó la categoría de Tormenta Tropical que la nominaron Nana, y continúa desarrollándose.
El pronóstico actual de la trayectoria indica que, de mantener su evolución, y encuentra condiciones del tiempo en las próximas horas pudiera hacer su ingreso a territorio de Honduras en el área nor-oeste. Se estima también que durante el recorrido ingrese al territorio de Guatemala. Este tipo de fenómeno se caracteriza por lluvia intensa, ráfagas de vientos con velocidad que constituye una amenaza. Se recomienda tener información actualizada acerca del recorrido del fenómeno para la gestión de los riesgos que se derivan. Recordemos que la tarea esencial es la protección de la vida de las personas.
Se recomienda la atención de los eventos principales anteriormente indicados, pero también de los inducidos. La lluvia intensa es generadora de inundaciones. Éstas derivan –por ejemplo- en episodios de contaminación de los cuerpos de agua aptos para el consumo humano. Se produce –entre otros efectos adversos- una migración de vectores hacia las viviendas, y en consecuencia se crean condiciones para el deterioro de la salud de las personas: enfermedades de piel, vista, complicaciones de las vías respiratorias, e intestinales.
Las ráfagas de viento a velocidades altas constituyen una amenaza para las personas en las áreas cercanas por donde se desplaza este fenómeno. Se debe evitar estar en áreas abiertas. Recordemos que hay desprendimiento de árboles, caída de la red de energía eléctrica, daños en los techos, láminas de zinc desprendidas, ruptura de las líneas vitales, etc. Se debe tener presente las áreas donde se pudiera producir un deslizamiento.
Durante estas horas todavía se puede hacer una revisión de la lista de los asuntos y recomendaciones que se deben adoptar para la protección de la vida. La solidaridad es esencial para que desde nuestra comunidad y lugar donde habitamos logremos hacer una gestión ante los riesgos que se derivan de este fenómeno. Ahora es tiempo de actuar.